Pintar sobre metal galvanizado puede ser un desafío si no se eligen los procedimientos y productos adecuados. El revestimiento de zinc del metal galvanizado, aunque ofrece una excelente resistencia a la corrosión, puede dificultar la adherencia de la pintura si la superficie no se prepara correctamente. En este artículo, te explicamos cómo asegurarte de que tu proyecto tenga un acabado perfecto y duradero.
¿Qué es el metal galvanizado?
El metal galvanizado es aquel que ha sido recubierto con una capa de zinc para protegerlo de la corrosión. Este proceso se conoce como galvanización y es especialmente utilizado en acero o hierro para prolongar su vida útil, ya que, al ser el zinc más oxidable, menos noble que el hierro, genera un óxido estable que protege al hierro de la oxidación al exponerse al oxígeno del aire. La capa de zinc que recubre el metal no solo protege contra la oxidación y la corrosión ambiental, sino que también ofrece una superficie reflectante y atractiva. Sin embargo, debido a sus características especiales, pintar sobre metal galvanizado requiere conocimientos específicos para asegurar que la pintura se adhiera adecuadamente.
¿Cómo comenzamos? Preparación de las superficies
El primer paso crucial que debemos seguir, es la preparación de la superficie. Debes empezar por limpiar el metal galvanizado para eliminar cualquier suciedad, grasa o aceite. Utiliza para ello un desengrasante que no deje residuos como acetona o alcohol isopropílico. Posteriormente, un ligero lijado ayudará a crear una textura adecuada en la superficie, mejorando así la adherencia de la imprimación y la pintura.
Después de lijar, es importante desengrasar la superficie para eliminar cualquier residuo que pueda haber quedado. Si se observan signos de oxidación, es importante tratarlos antes de proceder con la pintura. Para ello, puedes usar nuestro convertidor de óxido Convertex.
Importancia de la imprimación
A la hora de elegir el tipo de imprimaciones y pinturas es fundamental para garantizar el éxito del pintado sobre metal galvanizado. La elección correcta no solo mejora la estética del objeto pintado, sino que también protege la inversión a largo plazo al prevenir la corrosión y mejorar la adherencia de la pintura. Para ello, tenemos los mejores productos para tu proyecto:
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- Imprimación para Galvanizado y Aluminio – Wash Primer: Esta imprimación es ideal para preparar superficies de aluminio y galvanizadas, ya que mejora significativamente la adherencia de las pinturas subsiguientes. Su fórmula especializada de naturaleza vinílica contiene ácido fosfórico y una mezcla equilibrada de pigmentos anticorrosivos que polimerizan por reacción química formando una pátina de fosfato del metal recubierto por el mismo. Repintable con imprimaciones y esmaltes de variada naturaleza (sintéticos, epoxi, poliuretanos, etc.).
- Imprimación multiusos al disolvente: Es una imprimación antioxidante, por efecto de pigmentos activos no tóxicos, tanto de secado al aire como al horno. Es muy adherente para superficies metálicas (hierro, acero, galvanizado, aluminio, etc.) y no metálicas (hormigón, madera, plásticos).
- Imprimación Epoxi Anticorrosiva – Barnipox 200: Reconocida por su resistencia a la corrosión y su durabilidad excepcional, esta imprimación epoxi es perfecta para entornos exigentes y áreas susceptibles a la humedad. Actúa como una barrera protectora robusta.
¿Y el siguiente paso? Pintar, evidentemente.
Una vez que la superficie haya sido adecuadamente imprimada, el siguiente paso es aplicar una capa final de pintura para metal galvanizado. Dentro de nuestro amplio catálogo, te recomendamos:
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- Esmalte Sintético Novolack: Este tipo de pintura es valorada por su relación calidad-precio, ideal para acabados a la intemperie. Además, cuenta con certificación de clasificación de resistencia al fuego BS1D0 según las normas Europeas.
- Esmalte de Poliuretano – Barnicoat 400 E: Es un esmalte de poliuretano de dos componentes de alta resistencia. Ideal para estructuras metálicas expuestas a condiciones extremas, resiste eficazmente los rayos UV, la abrasión y los productos químicos.
Método de aplicación
Una vez que hemos seleccionado la imprimación y pintura, es importante que el método de aplicación sea correcto. Para superficies grandes, recomendamos el uso de una pistola de pulverización para un acabado uniforme. Los rodillos son ideales para cubrir áreas extensas de manera rápida, mientras que las brochas son adecuadas para detalles y retoques finales. Estos métodos ayudan a asegurar una cobertura completa y uniforme.
Consejos para garantizar una aplicación correcta:
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- Pruebas preliminares: Antes de proceder, realiza pruebas en una pequeña área del metal para verificar la compatibilidad y adherencia de los materiales.
- Control de condiciones ambientales: Mantén una temperatura moderada (entre 15°C y 25°C) y baja humedad para un secado uniforme.
- Inspección y retoques: Inspecciona la superficie después de cada capa y realiza retoques si es necesario para asegurar un acabado impecable.
Siguiendo estos pasos y consejos, asegurarás no solo la estética deseada sino también la protección a largo plazo de tus proyectos sobre metal galvanizado.
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